5 feb 2009

When I Come Around

Vaya que el mundo en estos días parece girar un poquito más rápido que de costumbre. Lo digo porque, si antes mi mayor problema con este blog era sobre qué escribir, ahora parece que el problema radica en las demasiadas cosas que encuentro. No tengo dudas: hay más mundo ultimamente.

¿Águila o Águila?

Primero la política, como siempre, y sus derivados. De las campañas que ahora empiezan dos cosas me llaman la atención, pues son, en cierto modo, dos caras de la misma moneda. Por un lado tenemos un comercial del Partido Verde (que ya bastante imbéciles se vieron con la pena de muerte) que escuche en la radio. En él una familia se queja de no saber cómo usar una computadora. Y entonces el heróico-bruto PV propone una educación de calidad concentrada en la tecnología.

En segundo termino, encontramos el solgan del PSD que es, muy atinado para mi gusto, "las cosas no se solucionan a balazos". Cierto, completamente de acuerdo. Pero, como una mala novela de Angeles Mastretta, su tirada se cae a la mitad al "proponer" la legalización de las drogas.

Creo que ambas cosas tocan un mismo punto: la educación y sus diferentes caras. No son, en sí, malas las propuestas. Pero sí insuficientes: No sólo se trata de computadoras, ya que, por mucho que lo parezca, no es lo más importante. Lo que sí es importante es que los niños que salen de la primaria y secundaria sepan leer, leer bien, comprender lo que leen. Pero este problema es global: en todo el mundo se privilegia ahora el acceso a la información, y no la comprensión de la misma. ¿Qué es mejor: el conocimiento o la sabiduria?

Por otra parte, el PSD se queda corto al hablar de legalización unicamente. ¿Por qué no hablar de la calidad de vida que se le ofrece al campesino que gana más sembrando mariguana que maiz? Dos caras de una deficiente educación, supongo.

Premio Aguascalientes de Poesía o ¿cómo levantar a Lázaro, si ya ni piernas tiene?

Después de un libro mediano, como fue el de Mario Bojorquez (con sus respectivas mentadas de madre) y después de un premio desierto (donde desierto quiere decir Gerardo Deniz), ¿qué hacer? ¿Cómo levantar el prestigio de un premio como fue el Aguascalientes? Este año se lo acaba de ganar Javier Sicilia. No me parece un mal poeta, pero tampoco, siento, ha sido genial en su últimos trabajos, así que la moneda está en el aire aún. Por lo menos, espero, las mentadas de madre vengan con la lectura del libro, no antes. De todos modos, me queda una duda: ¿Por qué sólo son poetas los jurados de los premios de poesía? ¿De dónde salió el mito de que el poeta, por serlo, es buen lector de poesía? Creo que sería bueno que los académicos y/o críticos (críticos de a de veras, claro) metieran más su mano en el asunto. Muchos dicen que hay desdén de los academicos a la literatura contemporánea, otros simplemente dicen que son un lastre. Más obtusas no podrían ser ambas afirmaciones.
Ejemplos de grandes académicos metidos en la literatura contemporánea sobran: Samuel Gordon y mucha gente de la Revista de Literatura Mexicana Contemporánea, son sólo una muestra. Y eso de que son un lastre, bueno; son más lastre los creadores que así piensan. Me extendería más, pero quedan otras cosas de qué hablar.

Rompepistas, Rompemadres

Kiko Amat (1971),uno de los mejores narradores jóvenes de España, acaba de sacar, através de Anagrama, su tercera novela Rompepistas. Las reseñas hasta el momento son halagadoras. Habrá que esperar a que Colofón la distribulla en nuestro país. Además, Anagrama acaba de editar, en sus libros de bolsillo, una nueva edición de Cosas que hacen BUM.
Si es tan importante esto para mí, es porque Amat tiene mucho en común con los escritores de México nacidos en los mismos años, (Julián Hebert, por ejemplo), incluso tiene más en común con los nacidos después del 83 de este país. Pero él ha demostrado tener (excepto por Herbert), mucho de lo que le falta a los escritores de los 70 mexicanos. Bueno, mucho de lo que a mí me gustarían que tuvieran más.

Pilones

En el nuevo número de Punto de Partida sale un muy bueno cuento de Daniel. Por lo menos a mí me parece meritorio el adjetivo porque no adolece de cierto tonito añoñado que circunda muchos cuentos de algunos narradores de la edad de Daniel. Que claro que vamos empezado, sí, sí; ése no es el problema. De hecho muchos de estos cuentos están muy bien escritos, pero no son muy buenos. Aquí el problema es que en México importa más la forma que el fondo. Daniel se burla de eso , siento, en su cuento, pero agrega además, su forma.

También aparece, en la versión electrónica un ensayo de Paniagua sobre Luis Felipe Fabre que define mejor que nadie hasta el momento el trabajo del poeta "ese güero de barba". También están unos poemas clásicos y buenos de Barragán en la versión impresa y un muy buen ensayo de Luis Téllez.

El Premio Herralde 2008 nos deja Casi nunca de Daniel Sada (no la he leído, pero de verdad me interesa), un segundo lugar cuyo autor me parece tan snob y bluf que prefiero no gastar en su libro (igual habría que robarlo), y sus tres finalistas entre los cuales está Tryno Maldonado. De verdad quiero ver cómo está su novela. Ya mero aparece. Ya mero veremos. Y seguro Geney Beltrán o Lemus hablarán al respecto en Letras Libres.

3 comentarios:

Ivan Ortega-López dijo...

jaja
no mames
tu nunca has leido a kiko Amat

Nayeli G dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Atenea Rosado dijo...

No entiendo bien a lo que te refieres con las propuestas del PSD y PV. Igual deberías desarrollar esa idea, te quedas a medias.
Ya en serio, sospecho que se te olvidó un poema en la última página del Paraíso en Llamas que me regalaste. ¿Lo quieres? Habla sobre una pirámide escondida.
Suerte mañana por la tarde.
Atenea